miércoles, 15 de junio de 2011

Siguiendo con las prácticas 2.0 ...

En Freedonia, la educación es lo más importante.Y en ello estamos: aprendiendo cosillas del 2.0

Este blog, de hecho, fue concebido en plena borrachera de herramientas 2.0 de alta graduación. Ya se sabe, empiezas con un tweet, pasas al facebook, y antes de que te des cuenta has tenido un blog que se te llena de presentaciones de slideshare...

Para muestra, un botón. Adjuntamos una de las presentaciones del Departamento de Filosofía y Humanismo de la Universidad Canciller Pee Wee Hermann de Freedonia.

lunes, 6 de junio de 2011

El maravilloso mundo del 2.0

 


En Freedonia nos estamos poniendo al día con todo esto de las tecnologías de la información.

Ahora, lo que se lleva es el denominado "2.0" de la web. Y eso que aún no habíamos acbaado de digerir el 1.0

Pero el tiempo, y la tecnología, no esperan a nadie.

Como máximo responsable de Freedonia, me encuentro actualmente asistiendo a un seminario sobre el tema. Afortunadamente, nos han confirmado que con asistir y firmar la hoja basta para que nos entreguen el diploma al final del curso. ¡Esto sí es un sistema educativo!

Para que luego digan que en Freedonia no damos igualdad de oportunidades.

En fin, que estos días andamos practicando con el Twitter, Facebook, blogs (del que éste heroico y magro esfuerzo es prueba más que suficiente) y demás cosas que suenan raras pero modernas. Foursquare, anyone?

Algo, de momento, sí hemos aprendido:
Para salir adelante en este confuso mundo digital, sólo se necesitan dos cosas: una buena cara de póquer (para cuando algo no funcione correctamente), y una identidad falsa, para que cuando el ridículo te atrape puedas desprenderte de él pulsando un botón.

Sólo hay un problema: ¿Cómo se borra todo esto? ¡Si apenas sé cómo se pone en marcha!

Que el Gran Ganso nos pille confesados....

P.D. ¿Alguien sería capaz, por favor, de aclarar cómo puñetas funcionan los menús del Facebook?

 

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lunes, 30 de mayo de 2011

Política en Freedonia

 


Freedonia es una nación que profesa el marxismo, en su vertiente grouchística.

Nuestro amable soberano, el Gran Canciller Rufus T. Firefly, se encarga de que todo el sistema se mantenga en pie (o a veces, en días de grandes festejos, en cuclillas). Obviamente, el título de Gran Canciller es vitalicio.

Nuestra gran nación cuenta con 5 Parlamentos (uno para cada día laborable), 2 Senados (para los fines de semana), y un Gran Consejo de Sabios (festivos y puentes). De esta forma, nuestro bello país se encuentra siempre gobernado, al mismo tiempo que nuestros políticos no sufren ningún estrés al trabajar un día por semana. El resto del tiempo, se dedican a celebrar reuniones en Comisiones Ejecutivas. Éstas, por supuesto, se pagan aparte, como las dietas.

Todas las decisiones importantes son decididas en Asamblea, que como todo el mundo sabe es la forma perfecta de gobierno: todos hablan y nadie decide nada.

¿Y el pueblo soberano?, grita alguien desde el fondo...

El pueblo soberano está en-can-ta-do. Y no es para menos: Freedonia cuenta con un sistema perfectamente integrado de funcionariado, que incorpora al 95% de la población del país (el 5% restante son liberados sindicales). De esta forma podemos alardear de ser la nación con el mayor ínidice de formularios por metro cuadrado del planeta. Y además todos ellos perfectamente sellados y presentados por triplicado. En papel rosa. Y con dos grapas.

En efecto, impávido lector: Freedonia cuenta con una tasa de empleo del 100%. Y además es la nación con menos impuestos del planeta. Aquí nadie impone nada.

Es decir: producir, no producimos mucho. Pero el día que alguien haga algo, tendrá todos los permisos y formularios listos en menos de 60 días. Garantizado.

Con lo sencillo que es, me pregunto por qué ningúna otra nación ha adoptado este sistema. Si es que la gente no se entera...

 

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Welcome to Freedonia!

Querido visitante de Freedonia:

Bienvenido a la Nación más rica y próspera del mundo. Y a éste, su primer Blog Oficial.

En los años venidreos, podrán contarle a sus nietos que ustedes formaron parte de los privilegiados que asistieron a su nacimiento. No se contengan: dejen que la emoción fluya como nuestra sopa de ganso.

¡Larga vida a Freedonia!